Las recientes esquelas sobre la particular subcrisis que se ceba sobre la prensa impresa, sobre todo por los pesaos lastres que arrastran -sus guillotinas vienen siendo sus gastos corrientes y su inflexibilidad; muchos más quebraderos de cabeza dan el precio del papel, la tinta o la distribución que las plantillas de periodistas o la información que debería ser su materia prima- dan también carta de defunción al socaire de la oratoria, el teatro, la poesía y en general, la literatura que estuvieron en el origen de la prensa en papel, los folletines por entregas y las enciclopedias del siglo XVIII, hasta los bandos de Tierno habrían muerto mucho antes que el viejo profesor, según ese modo de verlo, abatidos por la urgencia de la actualidad, algo así como que lo único que vale es la noticia temprana o que el rollo ese de enterarse los primeritos ya había acabao a su vez y mucho antes con la literatura serena y clara del papel en blanco. Mariano José de Larra, nacido en Madrid en 1809, exiliao en Francia desde su más tierna infancia, volvió a echar raíces en su ciudad natal hacia 1825, llegando a ser tertuliano famoso, periodista de éxito e incluso editor de revistas y folletos en los que solía firmar con sus famosos anónimos; prueba de su influencia es que llegó a ser elegido democráticamente diputao por Ávila en 1836, aunque el motín de La Granja le impidió ocupar el cargo, pues decepcionao también por males de amores puso fin a su vida el 13 febrero 1837 disparándose con su propia pistola, el cachorrillo para los duelos ante el espejo después de dejar escrita de su puño y letra la carta de despedida. Hoy el ingenio afila otros medios: mientras las empresas punteras de comunicación están presentando ofertas para seguir usando los tendidos de antenas de TV convencional cuando se acabe dando el salto que se pretende a la señal digital (lo de los aparatos codificadores y decodificadores de señales está explicao enotro lao), los editores de medios impresos, empresas casi familiares de periódicos y revistas que se financian en gran parte de la publicidad, ni siquiera tienen seguro su sitio en el medio de medios que es Internet. Huffington Post, periódico digital de nuevo cuño superó en 2009 en número de visitas la página digital de New York Times. Mientras los hipermercaos han acabao imprimiendo sus ofertas con sus respectivos precios e información precisa de las características, dimensiones y principales funciones de los productos y lo buzonean con todo lujo algunos siguen insistiendo en las técnicas de los recortables infantiles propias de los representantes de comercio que a lo mejor por vergüenza ponen las letras en el tipo más pequeño que pueden porque creen que eso da aires de intelectualidad como los que se ponen las gafas en los transportes públicos mientras airean sus lecturas aparentes vueltas del revés. El ahorro de las cadenas TV al dejar de invertir en los productos propios como respuesta a las crisis se ha demostrao que conduce al pozo, con la pérdida de confianza de sus anunciantes después de la fuga de espectadores. Sin cintura o con poca agilidad de maniobra y sus pesaos lastres, la situación de los medios convencionales ante las circunstancias cambiantes se parece a la de los ejemplares gorditos de especies naturales sin competencia en su entorno hasta que un cambio inesperao les regala la aparición de 1 depredador con apetito atrasao. Piénsese en el éxito o la crisis de los libros convencionales sin financiación de la publicidad: siguen igual que estaban.
Es posible que no haya nada tan repelente como 1 teletipo de agencia si no son los comadrejas que han labrao verdaderas fortunas creyendo que eso y echar broncas a los colaboradores de a pie de calle, normalmente a su cargo para ahorrar costos, era lo más de lo más, que todavía puede que lo crean. 1 síntesis o parte de 1 todo, como por ejemplo 1 teletipo de agencia respecto de lo que puede ser 1 acto de comunicación pleno es lo contrario de 1 análisis a base de desmenuzar, de segmentar en partes el total para hacerlo digestivo. La mejor prueba son los fracasos reiteraos de los libros electrónicos o ebooks que van cayendo en el olvido según se lanzan, que ni siquiera han lograo colocar 1 mínima referencia a seguir, tanto en la extensión del tipo de archivo mayoritario como en la ausencia de 1 modelo mientras que en los juegos no menos de 3 empresas se alternan en un liderazgo siempre momentáneo y otros dispositivos de éxito masivo como los teléfonos celulares y los reproductores de extensiones de archivo standard o normalizadas como el .mp3 y .mp4 incorporan fuciones para la lectura e incluso la edición de textos, aunque no se usen o se usen poco para eso.
– La rotativa que gira y gira en la noche del diario es el mundo que da vueltas y deja en el papel sus huellas, como el rostro del redentor en el paño la verónica, según la greguería de Ramón Gómez de la Serna. Los artículos de opinión y las columnas, algo que también se perdería o que ya dan por perdido podrían editarse de primeras en los espejos digitales en Internet, rodarlos y con los datos de las visitas, los comentarios de sus lectores y las rectificaciones si las hubiera o hubiese ponerlos en papel ganarían en todo, como la carne que se deja macerar al aire antes de cocinarla. Para Marcus Brauchli, el nuevo director de Washington Post al menos la apuesta de la portada está clara: fotos más grandes y no más de 6 bloques en los que apuesta con decisión por la opinión y el análisis antes que por la novedad, tratando de captar cómo pueden evolucionan los acontecimientos en vez de contar lo sucedido otra vez. Puesto que hay medios de comunicación que han demostrao ser bastante más rápidos (y fugaces) que la prensa impresa, volver a los folletines por entregas, a los contenidos enciclopédicos y los análisis reposaos propios de los literatos, a lo mejor también publicando documentos completos, por ejemplo de filtraciones fiscales, leyes y sentencias enteras cuando toque, algo perfectamente legal y gratis como el bluetooth y otras posibilidades en las que la prensa impresa siempre fue inigualable, puede ser una salida, incluso reducir las tiradas en papel de forma que lleguen allí donde se necesitan (la distribución y su logística se pueden calcular al detalle con medios informáticos) o se desean de esa forma, mientras que los lanzamientos musicales concebidos para las páginas de sucesos y otras zarandajas de las que tenemos que enterarnos a la fuerza, no sólo los autosecuestros, los hijos secretos, lo que sea que se vea cuando se rapa la cabeza el pelanas de turno, si se ve algo, los cambios de residencia de actores principales o las memorias de gurús religiosos de los actuales editores educaos en seminarios de novicias pueden enseñarse en el espacio que les parece más propicio, es decir, vender humo donde se vende deprisa y a otra cosa con el personal lector, pues a lo mejor no se trata de poner el acento en subir su número, causa perdida donde las haya, sino que es saciar los gustos más exigentes su único pájaro en mano.