enero | 2014 | pedos del Diablo

– Los museos, libros, belleza, escarceos científicos están mejor inmóviles, dan más seguridad, Antonio Gala. La cultura siempre ha estao en crisis. En fechas recientes, no importa cuándo otro bailarín que no merece más aprecio regresaba del olvido del que nunca debió salir para anunciar su despedida de los escenarios, el mismo que años antes en otra promoción se jactó de no haber leído nunca ningún libro, ni El principito de Saint Exupéry, que estaría justificao en el caso del ejemplo supongo que citao por su brevedad de lomo con letras grandes y como rasgo distintivo de la excelencia del bailarín hacia un público entrel que por fortuna no he estao nunca, ni siquiera desa entrevista de la que me ahorré la lectura y lo que haya seguido. La comunicación nos caracteriza como especie en la naturaleza. Aunque se suele creer que es un pozo sin fondo nuestra capacidad craneal es la misma que la de nuestros más lejanos antepasaos y la diferencia, si la hay, es la ingente cantidad de conocimientos y experiencias que logramos transmitir generación tras generación. Un símil puede ser el descubrimiento de la posibilidad física de proyección de la luz exterior a una cámara oscura creando una imagen invertida en la pared en la que se proyecta, cuanto más pequeño y redondo el agujero tanto mejor para la imagen, documentao hace más de 2350 años, Aristóteles, con hitos de hace más de 1000 años, Alhacén, 500, Leonardo da Vinci para ser inventada finalmente hace poco más de 160 años. Lo que inventaron Nièpce, Daguerre y Fox Talbot entre otros fue la posibilidad rigurosamente nueva de fijar las imágenes proyectadas sobre materiales sensibles a la luz por procedimientos químicos. Hay testimonios gráficos anteriores a la invención de la fotografía como por ejemplo el relieve del arca de la alianza en el arco de Trajano de Roma o los Lactarius deliciosus, L. sanguifluus, níscalos, mícalos, rovellons pintados al fresco en las paredes conservadas bajo lava volcánica de los restaurantes de Pompeya y Herculano. La cultura es el acervo de conocimientos y experiencias que se transmiten de generación en generación con pruebas a medias escritas, a medias dibujos o jeroglifos, al principio casi lo mismo por no decir lo mismo, se han hecho retroceder recientemente hasta los 5.500 años antes de nuestro tiempo, anteriores incluso al cultivo de árboles frutales también documentaos con los fósiles correspondientes.

– Por 1ª vez en la historia universal la reproductibilidad técnica -imprenta, fotografía, sonido…- emancipa a la obra artística de su existencia parasitaria en un ritual, Walter Benjamin. Es la posibilidad de hacer reproducciones ilimitadas del mismo original o sin original últimamente, pues por lo que parece ya no hacen planchas en las imprentas, lo que emancipa los oficios artesanos fundaos en los encargos funerarios de los poderosos y sus descendencias y se empieza a hablar de arte, de artistas que en un 99 % siguen tratando temas funerales pues de una manera o de otra contamos como podemos nuestro paso por la vida y la inmensa nostalgia del mundo que empezamos a sentir antes de nacer. La imprenta es un invento chino, igual que sus accesorios necesarios, o sea, papel y tinta como lo prueba el hecho que los licenciaos por Salamanca sigan pintando sus nombres con la sangre del toro con el que celebran sus licenciaturas en las paredes tornasoladas de la ciudad universitaria, pintadas permitidas de antiguo, tinta roja de la inquisición. Cualquier obra o pieza pretendidamente artística no deja de ser otra apuesta contra el paso del tiempo que nos aplasta lentamente contra el suelo. Aunque debe haber tantas culturas como testimonios gráficos anteriores a la invención de la fotografía, no nos vayamos a creer, la latina debe su nombre al Lazio, región central de la península Itálica en la que Rómulo y Remo, hermanos huérfanos que fueron amamantados en su infancia por una loba según las leyendas o las traducciones, que recientemente se concluye que loba también se llamaba a las mujeres que ejercían la profesión más vieja de las aceptadas, fundaron Roma cerca de la desembocadura del río Tíber. En el declive, decadencia o caidita del imperio clásico latino, ya conquistada su capital original por los bárbaros, las familias romanas emigraron masivamente a las otras penínsulas del mar Mediterráno, principalmente la Ibérica donde fundaron o refundaron ciudades y costumbres a semejanza de las suyas que abandonaron a manos de los invasores. Con motivo de un enfrentamiento deportivo reciente se comparaba la planta física de los jugadores itálicos con los ibéricos, ambos latinos desconociendo el comparador que las invasiones posteriores a diáspora de los romanos clásicos, independientemente de sus efectos políticos fueron verdaderamente minoritarios a efectos raciales por lo que la comparación es espúrea. Fue en otra desas cuando se me inoculó cierto sentido de la lectura como algo utilitario, el decir, sin placer, sólo por necesidad u obligación de leer lo imprescindible para vivir, para la vida. Otra vez me ahorré comprar periódicos una temporada, aunque no del vicio de leerlos de vez en cuando, fue porque me enteré sin querer que otro histriónico actor español sobreactuao, valga la redundancia cambiaba su residencia de Madrid a Buenos Aires por no se sabe qué agravio ni tampoco importa demasiao pues ya volvió. Visto el empaque de la noticia no pude menos que tirar el periódico en la 1ª papelera que encontré de paso que me ahorré cualquier tipo de responsabilidad y dejé de albergar ningún sentimiento sobre las penurias de la lectura, hasta llegué a pensar que se lee demasiao viendo lo que se publica. Nos vamos apenas llegamos y lo único que podemos esperar es que nos recuerden. para que no nos tengan que recordar la temporada que se nos soporta entre los vivos se nos pide que estemos atentos a la fecha de caducidad que aparece impresa en el envase de los productos que ingerimos por los estómagos aunque por otros órganos se nos invita a consumir productos fósiles en conserveras cuando no directamente caducaos, la de millones que se tiran a las tumbas aunque sólo sea porque los más vivillos no se peleen encarnizadamente por las migajas.